Se ha venido utilizando en la medicina popular desde la Antigüedad para tratar los problemas respiratorios y circulatorios. Actualmente, en la terapia de masajes, el Aceite de Romero se utiliza para aliviar el dolor de las articulaciones y los músculos, problemas óseos y enfermedades reumáticas, gracias a sus propiedades caloríficas. Utilizado en baños de inmersión, puede mejorar el sistema emocional y el humor.

Es un aceite que elimina los excesos de grasa en la piel, por lo que se considera beneficioso en el tratamiento del eccema seborreico. También se utiliza mediante fricciones para el cuidado e hidratación del cabello, tratar su caída y evitar la aparición de la caspa.

En vaporizaciones, su aroma puede mejorar el ánimo, ayuda a la concentración, alivia estados de estés y ansiedad.